Salve a la madrugada que precede el día y alienta al pescador a iniciar su faena diaria de levantar las redes con la fe qué recogerá al final del trayecto su premio.
El sustento de la casa y el exceso para la venta.
Así como los humanos deberíamos entender que el amor no es el gasto diario que ya nos trae el ánima que nos habita, sino el exceso de bienestar que nos compartimos con otro que merece esperarnos de vuelta en casa después de la jornada.
Allí, en aquel lar que Júpiter tiene destinado a un par de Apolos, para su regocijo.
Yo, aún geronte, no me agotó en la esperanza de hallar un Cerbero que logre custodiar mis demonios y sea como Elías que supo ver el silbo apacible que anuncia la presencia de Dios en el corazón
Me gusta decirte que eres valiente cuando te reconoces débil y puedes expresar las brumas que esconden tu bello corazón del cálido sol y la brillante luz de la armonia
Y también te recuerdo que por acá rondo tu esquina y atisbo a lo lejos tu ventana. Y que cauto pero atento sigo inquieto por tu presencia casual en mi vida.
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