jueves, 30 de enero de 2025

Inganno: A propósito de la serie


 


Todo pareció atrapado en la moraleja de aquel conejo encantador, que siempre inquieto, confiaba en su ventaja sobre la tortuga; nada mas equivoco que la confianza, que casi siempre está bajo sospecha.

 
Y recordó cómo estuvo la faena previa: Recorrieron palmo a palmo la suave piel,  que se ofrecía inquieta, conociéndose cada cicatriz, repasaron cada lunar y surco posible de sus leves y usadas formas, y sonrió al recordar la torpeza con que ambos, desnudos y ebrios, se despojaron mutuamente de la ropa y encendieron por fin sus escondidos temores sobre aquel territorio blanco de telas frías, que hacía poco la mucama había tendido con esmero para que todo quedara en orden,  seguramente bajo la mirada inquisidora de una jefe draconiana que resoplaba amargura moralista  imaginando esa escena, por lo que odiaba trabajar allí.

Y en efecto, nada quedaría en orden. La apacible comodidad de aquella alcoba pronto ardería al ritmo diastólico  de aquellos "querientes ocasionales" y sus maniobras sin libreto, quizas apasionadas y  quizas fugaces ... Y es que recordemos que entrados en esa batalla nadie recupera la cordura, el sudor no tarda en recordarnos como perdemos con voluntad y  mucho mas si hay magia y al final...todo queda sumido en un sueño, con el reposo de los exhaustos amantes .


Al despertar, El le dijo que había soñado - y hasta le sonaba sincero-,  dibujaba en sus labios una sonrisa metálica de aquellas que solo sabemos leer los que entendemos de desencantos.
Expectante,  creyó en la verdad ruinosa de sus palabras y vio renacer la esperanza.  Hasta se peino para asi mirarse en el espejo y devolverse pareceres de autoconfianza.

Se abandonó sin precauciones y dejo que no le importarán las gotas de sangre que siempre causa el caprichoso Cupido, que ligero de ropas,  va por ahí lanzando tentaciones en forma de flechas, con la puntería ancestralmente  imprecisa que muchos le conocemos.

Trajo a ese amanecer marchito, una mirada entre amantes , furtivos, casi sorprendidos de haber llegado hasta allí sin mediar más que tres o cuatro frases lógicas y eso si...Miles de disparates por minuto.

Al final. Quien puede decir que ha olvidado una noche de copas así?

Suele ser - en el fragor de la repeticion- que surjan las cuestiones naturales de la incertidumbre con el futuro inmediato, esa que trae el amanecer al recuperar la cordura o -quizás- se sorprendan haciendo planes para eternizar ese momento perplejo de aquel primer encuentro, esa forma en que nos negamos la posibilidad de morir en la desilusión y por la que prefiero siempre el engaño que da la vida

domingo, 19 de enero de 2025

Lo que me emociona


 Me emociona lo real

El beso húmedo y prolongado que trasmite vida en la necesaria manera de juntar los labios y compartir deseos primates.

El abrazo estrecho y cálido que deja saber que las temperaturas corporales transmiten más que los calores  genitales.  

Me emociona el brillo de los ojos de una mirada cómplice, en un encuentro breve pero emocionante, en lugar del flash innecesario de una selfie transmitida para decir hola, generalmente usada para  sobreaguar el ahogo que desanima la distancia o el silencio.

Ese contacto febril nos recuerda, con el latido agitado de la emoción, que el encuentro y el descubrimiento -en el tiempo y con el tiempo- son abonos en la cuenta de un memorable balance, que aunque muchas veces antecede al inevitable desdén del abandono o la gélida distancia, vale mil veces más un acto real con desdén que un diálogo efímero y volátil de teclados y pantallas.

Me emocionan las canciones comunes, las series con banda sonora que se vuelven recuerdos tan hondos que hasta se resisten al olvido. 

Me emocionan  los diálogos con cafeína o soda, arreglando planes o desacomodando ideas, esos que permiten penetrar verdaderamente la esencia del otro,  ahondar en su ser y explorar lo oculto detrás de la piel. Eso que no se logra chateando o mandando mensajes para ser escuchado en 2x. Nada como las conversaciones que escuchan furtivamente y hasta con morbosa curiosidad podrían atestiguar hasta los meseros.

En resumen, mi apuesta es a que nos veamos más para desordenar el mundo,  compartir silencios o sonreír hasta el cansancio, recorrer lugares y descubrirlos a cuatro ojos o redefinirlos con la emoción de tu mirada y por qué no,  decirnos groserías al oido y estremecernos al toque leve de mis pelos con tu piel. 

Creo que ganariamos al desvirtuar esa pauta publicitaria manida del desapego, que compramos con la individualidad postmoderna pero que nos volvió solitarios empedernidos, refugiados en las redes que enrredan  y nos  hace perdedores por sustituir el vínculo tradicional del compromiso genuino por la inteligencia habitual del algoritmo.


sábado, 18 de enero de 2025

Examen del corazon


 

Los médicos que se empeñan en saber que secretos hay en la sangre y que uno esconde en su corazón.


No saben que el corazón que de tanto amar y desamar se apereza y se amodorra. Y con tanta emoción a flor de piel descollada se fatiga con el sístole y diástole incesante de ese latido universal que nos une, pero tambien nos desconecta.

Permanecer o abandonarv. Ya sabes...Tanta pulsión sin equilibrio... entre lo bueno y lo malo; lo banal y lo sublime, lo superficial y lo profundo o más bien...sucumbir a la agonía de lo imperfecto.  será mejor aún escoger entre las ascuas ardientes  o las cenizas que ya se van apagando. 

Debe ser...y para eso los doctores se inventan exámenes electrónicos, creyendo que la inteligencia artificial y los líquidos de contraste logran investigar si tiene reparación el amor o si tiene cura la apatía.


Lo que los médicos no saben es que lo único que necesito es Aire para respirar.


Es simple. Vivo agradecido por cada nuevo día que el Creador me concede y con el milagro de fe en la vida,  la oportunidad de despertar, lo que comporta un deber: Hacer del día algo maravilloso, abundante, lleno de ánimo, amor y experiencias de aprendizaje, para que, cada noche al regresar al sueño, sea digno de registrar, escribir y recordar .

lunes, 6 de enero de 2025

Resucitarnos


Tengo ya el corazón viejito. Debe ser de tanto uso... 

La sangre que sangra ya no va sino que se devuelve y el oxígeno que insufla la vida se agita y se agota. 

El genio de la lámpara avisa a tiempo que quedan todavía varios deseos por cumplir, así que hay que poner a gastarse el beneficio para que cuando nos llamen a la caja registradora, no quede abono pendiente en el saldo. 

Vivir, vivir sin cansancio, vivir sin reclamos, servir y vivir (por eso riman).

Es lo que nos enseñan los que nos han antecedido. Que no hay lugar para la queja y que dónde se pueda dejemos huella.

Así que a desmorir no nos acostumbremos. Mejor a resucitarnos cada hora, mientras estemos vivos.