Cuando besas a alguien compartes líquidos. Estás también entregando tu ser en una huella de ADN que se instala en el otro. Ese acto mágico biológico es trascendental para la humanidad y es el principio sublime de una conexión que va más allá del placer y el solo instante.
El beso es la via primigenia de la vida. Nos fue dado como forma para demostrar afecto, desde hace miles de años y es la más hermosa de transmitir la vida y la sintonía afectiva entre los seres humanos.
No es una "chupeteada". Es el inicio de una aventura de descubrimiento, el inicio de un viaje que todos (en el fondo) quisiéramos que no tuviera retorno. El beso es tan fundamental que es el síntoma de la permanencia en el compromiso y la persistencia en el deseo por el otro.
Cuando los besos se vuelven secos, dejan de ser húmedos y el contacto entre los labios es breve, casi que solo instantaneo...es la mejor muestra de que el amor cayó en la rutina y, en consecuencia ... la ausencia de besos húmedos, prolongados y conscientes, grita...que el amor ha muerto!